By Austin Hendy | PCP PIRE Senior Research Associate
Paleontology is not always a straightforward science. The age and origin of fossils are a matter of interpretation, and the fossils themselves may be imperfectly preserved or incompletely collected. Among the collections of the Florida Museum of Natural History (FLMNH) are fossils from two localities that have historically been misunderstood.
The first of these sites lies below sea level at the Pacific entrance to the Panama Canal. Fossils from this area have periodically been collected since construction and dredging of the canal began over one hundred years ago. The origin and age of these fossil deposits has historically been an issue of contention. A Chinese worker Chih Chang Li (1930) first wrote about these dredged fossils, suggesting they were Miocene in age and correlative to the Gatun Formation of the Caribbean coast (which based on what we now know was partially correct). Shortly afterwards the preeminent naturalist Henry Pilsbry (1931) correctly deduced that Li’s collection in fact contained fossils transported and dumped from excavations of the Gatun Formation during canal construction but were also mixed with much younger Pleistocene fossils including some modern specimens. Quite a mix-up! Specimens from these dredgings were represented among the collections of Tulane University, transferred to the FLMNH in 2005.
The second locality whose fossils have been misunderstood is the tidal flat adjacent to the fishing village of Bique, several miles SW of the Pacific entrance of the Panama Canal. This locality is represented by historic collections in a number of museums. The site was rediscovered by Smithsonian Tropical Research Institute biologist John Christy in recent years and his collections, together with those made by the PCP-PIRE team, have since been accessioned by the FLMNH. The fossils from Bique have never been described in the literature, although the conventional thinking of local geologists was that these too were derived from Miocene rocks excavated in the canal area and dumped offshore of Bique and therefore of little research value. However, material from both localities appear worthy of further study because of their rich and excellent preservation of crab and shrimp fossils.
Collections from these two localities are now the subject of papers in preparation on the Quaternary molluscs and crustaceans from the Pacific coast of Panama. The fossils of the FLMNH show little resemblance to fossils of the Gatun Formation, or those of the Culebra Formation; the latter makes up much of the fossiliferous sedimentary rock adjacent to the Pacific entrance of the Canal. Although this material has not yet been dated using radiometric techniques, we are confident that they are either late Pleistocene or Holocene in age based on the overwhelming number of extant taxa, and their ecological affinity to local marine communities. The new material we’ve acquired since Li and Pilsbry’s time permit a more detailed analysis of the origin and likely age of these fossil faunas. These data also contribute towards our knowledge of the post-Isthmian marine biotic history of Panama and provide some clarity to these long-misunderstood stories.
Por Austin Hendy
La paleontología no siempre es una ciencia sencilla. La edad y el origen de los fósiles son una cuestión de interpretación, y los fósiles en sí mismos pueden estar conservados deficientemente o haber sido colectados incompletos. Entre las colecciones del Museo de Historia Natural de la Florida (FLMNH) están los fósiles de dos localidades que históricamente han sido mal entendidas.
El primero de estos sitios se encuentra bajo el nivel del mar en la entrada del Pacífico del Canal de Panamá. Los fósiles de esta zona se han colectado periódicamente desde la construcción y el dragado del Canal iniciados hace más de cien años. El origen y la edad de estos depósitos fósiles ha sido históricamente un tema de controversia. Un trabajador chino Chih Chang Li (1930) escribió por primera vez acerca de estos fósiles dragados, sugiriendo que eran del Mioceno y correlativos a la Formación Gatún de la costa Caribe (lo cual es parcialmente correcta según lo que conocemos hoy). Poco después, el prominente naturalista Henry Pilsbry (1931) dedujo correctamente que la colecta de Li de hecho contenía fósiles transportados y vertidos procedentes de las excavaciones de la Formación Gatún durante la construcción del Canal, pero también estaban mezclados con fósiles mucho más jóvenes del Pleistoceno, incluyendo algunos especímenes modernos. ¡Todo un lío! Los especímenes de estos dragados estaban representados en las colecciones de la Universidad de Tulane, transferidos al FLMNH en el 2005.
La segunda localidad cuyos fósiles han sido mal entendido es la planicie de marea adyacente a la aldea de pescadores de Bique, varios kilómetros al suroeste de la entrada del Pacífico del Canal de Panamá. Esta localidad está representada por colecciones históricas en varios museos. El sitio fue redescubierto por el biólogo John Christy del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales en los últimos años, y sus colecciones junto con las realizadas por el equipo de PCP-PIRE, han sido desde entonces procesadas completamente por el FLMNH. Los fósiles de Bique nunca se han descrito en la literatura, aunque el pensamiento convencional de los geólogos locales era que estos también se derivaron de las rocas del Mioceno excavadas en la zona del Canal y vertidos en alta mar de Bique y por lo tanto son de poco valor para la investigación. Sin embargo, el material de ambas localidades parece digno de estudio adicional debido a su rica y excelente conservación de fósiles de cangrejo y camarones.
Las colecciones de estas dos localidades son ahora objeto de trabajos en la preparación de los moluscos del Cuaternario y crustáceos de la costa del Pacífico de Panamá. Los fósiles del FLMNH muestran poco parecido a los fósiles de la Formación Gatún, o los de la Formación Culebra; este último conforma gran parte de las rocas sedimentarias fosilíferas adyacentes a la entrada del Pacífico del Canal. Aunque este material no ha sido datado mediante técnicas radiométricas, estamos seguros de que son del Pleistoceno tardío o del Holoceno en base a la inmensa mayoría de los taxones existentes y su afinidad ecológica a las comunidades marinas locales. El nuevo material que hemos adquirido desde el tiempo de Li y de Pilsbry permite un análisis más detallado sobre el origen y la posible edad de estas faunas fósiles. Estos datos también contribuyen a nuestro conocimiento de la historia bióticos marinos post-ístmica de Panamá y proporcionan un poco de claridad a estas historias ampliamente incomprendidas.