By Victor Perez Jr. | PCP PIRE PhD Student
I became interested in paleontology the same way I imagine most others did. As a kid, I always wanted to go explore and find treasures. For me, those treasures were artifacts, rocks and fossils. When I was about 6 years old, I was introduced to the Calvert Cliffs in Maryland and I found my first fossilized shark’s tooth. Collecting fossils instantly became one of my favorite hobbies. As I got older, I realized that I liked nearly all aspects of science, which made it difficult for me to decide what I wanted to study in college. I chose geology as my major because I felt that it was an all-inclusive science that incorporated a wide variety of disciplines such as chemistry, biology and physics.
As I began my undergraduate career at The Ohio State University, I immediately asked my first geology professor, Dr. Yu-Ping Chin, about getting involved with research. I ended up spending two and a half years working in his aquatic geochemistry lab, first as a lab assistant and then as a student researcher. Over the summer before my senior year, I realized that I wanted to return to my initial passion, paleontology. I spent my last year working with Dr. Bill Ausich and Dr. Yu-Ping Chin on identifying organic molecules in 350 million year old crinoid fossils.
After I graduated I applied to graduate schools hoping to continue my education in paleontology, but I was unable to get funding. So I spent the next year trying to build up my experience in paleontology to make myself a more competitive applicant. A classmate of mine told me about an opportunity to go excavate fossils in Texas, so I took advantage of it immediately. I spent a total of 5 weeks excavating a Permian locality in Texas and learned a great deal about early amphibians and reptiles. Upon returning to my hometown in Maryland, I ended up working at the Calvert Marine Museum for about a year as a research intern. My research focused on the evolutionary development of Megalodon. My work at the Calvert Marine Museum also gave me the opportunity to meet a number of other paleontologists, among them my current advisor at University of Florida, Dr. Bruce MacFadden. I am now describing a shark community from a locality in Panama and intend to present this research at the Neotropical Biogeography conference in Panama. For my dissertation, I hope to expand upon my research at the Calvert Marine Museum and develop a series of education programs for K-12 youths based on that research.
Paleontology has an ability to invoke curiosity in us and, consequently, serves as an ideal bridge between professional scientists and the public. Further, paleontology is distinct from many other disciplines because it relies on the input of amateur advocates. For this reason, education and outreach are necessary, not only to inform people about proper methodologies, but also to make resources available to enthusiasts and professionals alike. My work at University of Florida has afforded me multiple opportunities to disseminate these resources to professionals and the public through the FOSSIL Project and the Panama Canal Project.
Por Victor Perez Jr. | Estudiante de PhD, PCP PIRE
Me interesé en la paleontología de la misma manera en la que imagino muchos otros lo hicieron. Cuando niño, siempre quise ir a explorar y encontrar tesoros. Para mí, esos tesoros eran objetos, rocas y fósiles. Cuando tenía 6 años conocí los acantilados Calvert en Maryland y encontré mi primer diente de tiburón fósil. Colectar fósiles se convirtió instantáneamente en mi pasatiempo favorito. Mientras crecía me di cuenta que me gustaban casi todos los aspectos de la ciencia, lo que hizo difícil el decidir qué estudiar en la universidad. Escogí geología como carrera porque sentí que era una ciencia inclusiva, que incorporaba una amplia variedad de disciplinas como química, biología y física.
Cuando comencé mis estudios de pregrado en la Universidad del Estado de Ohio, inmediatamente pedí a mi primer profesor de geología, el Dr. Yu-Ping Chin, involucrarme en investigación. Terminé trabajando dos años y medio en el laboratorio de geoquímica acuática, primero como asistente de laboratorio y luego como investigador-estudiante. Durante el verano previo a mi último año de estudios me di cuenta de que quería regresar a mi pasión inicial, la paleontología. Pasé mi último año trabajando con el Dr. Bill Ausich y el Dr. Yu-Ping Chin en la identificación de moléculas orgánicas en crinoideos fósiles de 350 millones de años.
Luego de graduarme apliqué a escuelas de postgrado con el deseo de continuar mi educación en paleontología pero no pude obtener financiamiento. Entonces pasé mi siguiente año tratando de construirme una experiencia en paleontología y hacerme un candidato más competitivo. Un compañero de clases me contó sobre la oportunidad de excavar fósiles en Texas, así que aproveché la oportunidad de inmediato. Pasé un total de 5 semanas excavando una localidad del Pérmico de Texas y aprendí muchísimo sobre anfibios y reptiles primitivos. Luego de retornar a mi pueblo natal en Maryland, terminé trabajando como practicante de investigación en el Museo Marino de Calvert por alrededor de un año. Mi investigación se enfocó en el desarrollo evolutivo de Megalodon. Mi trabajo en el Museo Marino de Calvert me dio la oportunidad de conocer varios otros paleontólogos incluyendo a mi actual tutor en la Universidad de Florida, el Dr. Bruce MacFadden. Ahora estoy describiendo una comunidad de tiburones en una localidad en Panamá y pienso presentar esta investigación en la conferencia sobre Biogeografía Neotropical en Panamá. Para mi disertación, espero expandir los alcances de mi investigación al Museo Marino de Calvert y desarrollar una serie de programas educativos para niños basados en mi investigación.
La paleontología tiene la habilidad de evocar nuestra curiosidad y consecuentemente sirve como un puente ideal entre profesionales científicos y el público. Más aún, la paleontología es distinta a otras disciplinas pues también recibe el aporte de aficionados. Por esta razón, educación y divulgación son necesarios no solo para informar al público sobre las metodologías apropiadas sino también para proveer de recursos disponibles a entusiastas y profesionales por igual. Mi trabajo en la Universidad de Florida me ha dado múltiples oportunidades para diseminar estos recursos a profesionales y al público a través del proyecto FOSSIL y el proyecto del Canal de Panamá.